“Nos vamos familiarizando con la idea y ya la empezamos a concretar. Ahora nos falta cerrar los partidos más rápido y tener mayor concentración en los últimos minutos porque siempre nos quedamos. El trabajo día a día está dando sus frutos”. El capitán Guillermo Acosta no anda con vueltas para definir y celebrar el momento de Atlético Tucumán.
Es claro “Bebe”. Así como supo pelearla desde el banco luego del conflicto que había tenido con la dirigencia, en la cancha también pelea partido a partido. Claro, antes se ganó un lugar en el equipo cuando todavía estaban Sergio Gómez y Favio Orsi al mando del plantel. Y ahora es pieza importante del presente del equipo.
Pero para entender todo hay que ir de a poco. Atlético ganó su primer partido en el torneo, es verdad. Sin embargo, venía mereciéndolo desde hace varias semanas.
Atlético Tucumán encontró en Bajamich una carta goleadora que ilusionaEl 3-2 contra Gimnasia La Plata fue un desahogo, pero también el momento en el que se cristalizaron muchas situaciones que venían amenazando con hacerse realidad.
Atlético busca ser protagonista en cada cancha, según explica Acosta. Ni bien piso suelo tucumano, Facundo Sava fue claro con su idea: “quiero un equipo valiente, que vaya al frente en todos lados”, había dicho. Hasta el momento, para bien o para mal, cumplió.
Quizás el partido en el que más se notó fue contra Talleres en Córdoba. El 1-4 fue lapidario, es verdad, pero Sava cumplió con lo que había prometido y fue con la idea de ser protagonista.
Hubo muchísimos desajustes de mitad de cancha hacia atrás y la “T” no perdonó ni uno. El resultado no era descabellado, porque en ese momento Atlético venía de capa caída, pero lo que sorprendió fue como afrontó aquella tarde cordobesa y cómo lo superó.
“No me gustó como marcamos en ataque, muy lejos del arco y de los jugadores de ellos”, había dicho en conferencia de prensa aquella tarde Sava. ¿Qué pasó al siguiente partido? El entrenador realizó cinco cambios. Romero (estaba enfermo) ingresó por Gonzalo Paz (ya rescindió), Juan Infante empezó a ocupar el lugar de Orihuela; en la mitad Renzo Tesuri desplazó al banco a Joaquín Pereyra, en tanto que Adrián Sánchez se hizo su lugar al lado de Acosta, relegando a Nicolás Castro. En la delantera una sola modificación que terminó siendo clave. Mateo Bajamich por Coronel.
El equipo luego se repitió en los siguientes cuatro partidos (algo inédito para Atlético desde que llegó a Primera ya que siempre la cuenta llegaba a tres juegos consecutivos) y el equipo ganó seguridad en el fondo, en el medio juego asociado y entrega, y en la delantera contundencia. Esa conjunción de buenos rendimientos le imprimió una confianza que pese a que la victoria recién llegó en el último partido, ya venía dejando muy buenas señales.
¿Por qué no ganaba? También lo mencionó el capitán: no aprendió (todavía no lo hace) a cerrar los partidos y las desconcentraciones se repiten en las jugadas de pelota paradas y en los minutos finales.
Atlético es un equipo que creció bastante desde la llegada de Sava, pero todavía le faltan esos detalles por resolver para volverse un equipo con todas las letras. "Venimos dominando casi todos los partidos y eso no es muy fácil en el fútbol argentino. De local no recuerdo ningún partido que nos hayan superado. Nos hacemos fuertes y tenemos ese plus que es la gente que siempre apoya", explica Sánchez, uno de los puntos altos del equipo.
Salvo Bajamich, los delanteros en el “decano” son observados casi de reojo por los hinchas debido a sus rendimientos individuales. De todas maneras, tanto Marcelo Estigarribia como Coronel fueron importantes en el último partido del “decano”. “Chelo” con su sacrificio y pivoteo; Coronel parece comenzar a parecerse a aquel delantero que brilló en 2022 de la mano de Lucas Pusineri. “Vivimos de la confianza. Cuando los resultado no se dan es complicado. Me puso contento la asistencia porque sirvió para que ganemos. Estamos haciendo un trabajo bueno; en el día a día se nos ve bien. Confiamos en la idea del técnico, era cuestión de tiempo para ganar”, dijo el ex Argentinos.
Por su parte, Estigarribia fue un poco más allá. “Siento que jugamos bien y lindo el último partido, Necesitábamos el triunfo como sea, pero si lo hacés jugando lindo es mejor”, explicó el delantero que ayer cumplió 29 años.
Coronel, en tanto, valoró el trabajo del técnico. “Desde que llegó nos ordenó mucho; hoy estamos pudiendo plasmar en la cancha lo que nos pide”, remarcó el nacido en Ramallo.
Hasta hace unas semanas parecía impensado que un jugador de Atlético diga “jugamos lindo”, pero al menos contra Gimnasia, por momentos lo logró. De hecho en el gol de Infante, hubo 21 pases consecutivos previos, de los que participaron ocho futbolistas.
Fecha a fecha, el equipo eleva su confianza, se anima al juego asociado, es paciente cuando la jugada lo amerita, pero también puede acelerar cuando aparecen los espacios en el fondo. Partiendo de esta notable mejoría, Sava todavía tiene que trabajar en algunas cosas puntuales como las jugadas aéreas en contra, un verdadero dolor de cabeza hasta acá.
Habrá que ver de qué manera influye en esta mejoría colectiva el parate que tendrá el equipo luego del partido con Huracán, pero no se puede negar que el mensaje del entrenador les llegó a los jugadores, tal cual lo afirman ellos mismos.